Madre
y maestra para aprender a amar
Jesús es el maestro de la
familiaridad. Lo sabemos porque se hizo pequeño con los pequeños, llevando
nuestras enfermedades. Don Bosco y Madre Mazzarello, siguiendo su huella amó profundamente a los
jóvenes. En ellos, todos nosotros: padres de familia, profesores, animadores de
grupos y compañeros, aprendemos cómo amar de verdad. En el sueño de los nueve
años de Don Bosco, Jesús le entregó a María como madre y maestra para aprender a amar: “No
con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad deberás ganarte a estos tus
amigos”, le había dicho Jesús.
FELIZ DÍA
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