domingo, 1 de noviembre de 2015

TALLER DE ORACIÓN

¿Para qué sirve la oración?

Al igual que la amistad es en un principio gratuidad, la oración es una relación con alguien que queremos, y precisamente por eso no le queremos perder. Con la oración me acerco más a Jesús. Le conozco mejor, y así me será más fácil alcanzar un trato de amistad, ser como El. Ese es el fin de la oración: ser como Jesús.

¿Piensas que necesitas Orar?

Quizás sientes que necesitas conocer mejor a Dios, entablar una relación con El, y descubriéndolo como ese amigo que sale a tu encuentro, que te llama y te espera desde hace tiempo, pero:

No sabes orar: No sabes qué hacer con tanto tiempo, el silencio no te dice nada.

Te cuesta orar: Te resulta muy difícil, casi imposible, concentrarte, mirar en lo más hondo de ti mismo por un instante. Pero esto es como estudiar, siempre cuesta empezar, sin embargo hay que empezar y perseverar porque al final llega la recompensa con creces.

Tienes muchas dudas: Fe, religión, oración... palabras poco claras.

Cuando oro ¿no estaré escuchándome a mí mismo?: La oración es un diálogo desde la fe. Dios, está dentro de cada uno, pero para oírle es necesario silenciar el resto de los ruidos. También Él nos habla y nos enseña desde su Palabra. Cuando notes paz y que algo cambia en ti, entonces sabrás que Dios está contigo. Señal inequívoca de presencia de Dios es la Paz que queda en ti.

¿Cómo me habla Dios?: Dios habla cuando quiere y como quiere. Por medio de los acontecimientos de cada día, de otras personas, de cosas, de instituciones, desde su Palabra y en la oración.

¿Y si no siento nada?: En la oración no es necesario sentir emociones especiales. La oración es una comunicación profunda, un darse, amar y sentirse amado. Mirarlo y sentirse mirado. Poder decir "Estás conmigo", "Estás conmigo", "Estás conmigo".



Orientaciones Prácticas.


 - Nunca olvides que la vida con Dios es vida de fe. Y la fe no es sentir sino saber. No es emoción sino convicción. No es evidencia sino certeza.

- Para orar necesitas método, orden, disciplina, pero también flexibilidad, porque el Espíritu Santo puede soplar en el momento menos pensado. La gente se estanca en la oración por falta de método. El que ora de cualquier manera llega a ser cualquier cosa.

- Ilusión, no; esperanza, sí. La ilusión se desvanece; la esperanza permanece. Esfuerzo devoción sensible produce fatiga mental y desaliento

- La oración es relación con Dios. Relación es movimiento de las energías mentales, un movimiento de adhesión a Dios. Es, pues, normal que se produzca en el alma emoción o entusiasmo. Pero ¡cuidado ¡ es imprescindible que ese estado emotivo quede controlado por el sosiego y la serenidad.

- La visitación divina, durante la actividad orante puede producirse en cualquier momento: al comienzo, en medio, al fin; en todo tiempo o en ningún momento. En este último caso, ten cuidado de no dejarte llevar por el desaliento y la impaciencia. Al contrario, relaja los nervios, abandónate, y continúa orando.

- Te quejas: rezo pero no se nota en mi vida. Para derivar la fuerza de la oración en la vida, primero: sintetiza la oración de la mañana en un frase simple (por ejemplo: "¿Qué haría Jesís en mi lugar?"), y recuérdatela en cada nueva circunstancia del día. Y segundo: cuando llegue una contrariedad o prueba fuerte, despierta y toma conciencia de que tienes que sentir, reaccionar y actuar como Jesús.

- No pretendas cambiar tu vida; te basta con mejorar. No busques ser humilde; basta con hacer actos de humildad. No pretendas ser virtuoso; te basta con hacer actos de virtud. Ser virtuoso significa actuar como Jesús.

Con las recaídas no te asustes. Recaída significa actuar según tus rasgos negativos. Cuando estés descuidado o desprevenido, vas a reaccionar según tus impulsos negativos. Es normal. Ten paciencia. Cuando llegue la ocasión, procura no estar desprevenido, sino despierto, y trata de actuar según los impulsos de Jesús.

- Toma conciencia de que puedes muy poco. Te lo digo para animarte, para que no te desanimes cuando lleguen las recaídas. Piensa que el crecimiento en Dios es sumamente lento y lleno de contramarchas. Acepta con paz estos hechos. Después de cada recaída, levántate y anda.

- La santidad consiste en estar con el Señor, y de tanto estar, su figura se graba en el alma; y luego en caminar a la luz de esa figura. En eso consiste la santidad.

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